DENGUE

El dengue es una enfermedad vírica transmitida por mosquitos hembra principalmente de la especie Aedes aegypti y, en menor grado, de A. albopictus.

Se conocen cuatro serotipos distintos, pero estrechamente emparentados, del virus: DEN-1, DEN-2, DEN-3 y DEN-4.

Transmisión

El vector principal del dengue es el mosquito Aedes aegypti. El virus se transmite a los seres humanos por la picadura de mosquitos hembra infectadas. Tras un periodo de incubación del virus que dura entre 4 y 10 días, un mosquito infectado puede transmitir el agente patógeno durante toda la vida.

Las personas infectadas sintomáticas y asintomáticas son los portadores y multiplicadores principales del virus, y los mosquitos se infectan al picarlas.

Características

El dengue es una enfermedad de tipo gripal que afecta a bebés, niños pequeños y adultos, pero raras veces resulta mortal.

Se debe sospechar que una persona padece dengue cuando una fiebre elevada (40 °C) se acompaña de dos de los síntomas siguientes: dolor de cabeza muy intenso, dolor detrás de los globos oculares, dolores musculares y articulares, náuseas, vómitos, agrandamiento de ganglios linfáticos o salpullido. Los síntomas se presentan al cabo de un periodo de incubación de 4 a 10 días después de la picadura de un mosquito infectado y por lo común duran entre 2 y 7 días.

Tratamiento

No hay tratamiento específico para el dengue.

Catalunya ha detectado el primer caso de dengue autóctono en la comunidad, según ha informado Conselleria de Salud de la Generalitat. Fue diagnosticado el 9 de noviembre, tras sufrir un cuadro «brusco» de dolor de cabeza, malestar general, fiebre elevada y una erupción por la cara que se extendió al cuerpo, el tórax y las extremidades.

El Dengue debe ser tomado como:

Motivo de preocupación, sí; motivo de alerta, sí; motivo de alarma, no.

Desde Descale  recomendamos para controlar la proliferación de este tipo de mosquitos  medidas cotidianas llevadas a cabo por parte de la población para evitar que depositen sus huevos:

➡Evitar las acumulaciones de agua en el interior de las viviendas por pequeñas que estas sean (incluso en macetas, botellas, ceniceros, etc.).
➡ Mantener cubiertos herméticamente los depósitos de agua que sean para uso doméstico.
➡Destapar aquellos desagües que tengan riesgo de mantener agua estancada.
➡ Eliminar cualquier tipo de recipiente que no sea de uso habitual y que acumule agua para evitar riesgos innecesarios (platos de macetas, etc.).
➡Cambiar con frecuencia el agua de los bebederos de los animales.
➡Mantener limpias las rejillas y canaletas y evitar que acumulen agua.