No alimentar a las palomas es el mejor sistema para controlar su presencia en las ciudades. Educar a los ciudadanos para que no las alimenten puede ser el camino más viable para controlar las poblaciones de estas aves en las urbes.

Es necesario educar a los ciudadanos para que comprendan que la sobrepoblación de palomas constituye un problema de salud pública importante, que no se debe alimentar a estos animales y que hay que tratar de impedir que puedan anidar en nuestras casas y edificios.

Controlar y reducir su número es un objetivo para ayuntamientos y gestores del control de plagas. Diversos son los métodos utilizados para controlar las poblaciones de palomas, sin embargo, existen modelos que sugieren que la restricción de la disponibilidad de alimentos y de recursos de anidación en la ciudad pueden ser el método más eficaz y efectivo a largo plazo.

Las palomas se encuentran entre las principales aves plaga en ciudades, contándose entre los problemas asociados a su presencia el daño que producen en elementos arquitectónicos o la transmisión de enfermedades infecciosas.

Los excrementos de las palomas contienen un alto nivel de ácido fosfórico y úricos que tienen un alto poder corrosivo, además de ser vectores de múltiples enfermedades ya que son portadores de parásitos, bacterias y hongos.

En el control de plagas de aves no existe un sólo método adecuado para todos los casos. Depende de cada situación en particular, de la especie a controlar, del número de ejemplares y de su vinculación al lugar que queremos proteger.

Se está llevando a cabo el control de la población de palomas con un nuevo método, el del trampeo. Sin necesidad de utilizar productos químicos. Para ello, se colocan jaulas en diferentes zonas y barrios de la ciudad para que las palomas accedan a su interior. Las trampas se revisan dos veces por semana y se cambian de ubicación según los resultados y necesidades de cada zona.

De este modo, no sólo evitaremos el sufrimiento del animal, sino que no se utilizarán químicos como la nicarbazina, un quimiesterlilizante (un medicamento veterinario que, secundariamente, inhibe de forma temporal la producción de huevos en las aves). “Dicho producto, además de no tener una eficacia contrastada, no es selectivo para la especie diana, pudiendo afectar a otras especies”, según afirma Jorge Aranda, director técnico de Descale.

 

A diferencia del método de captura masiva que se utilizaba con anterioridad, esta técnica consigue que la población de palomas descienda progresivamente impidiendo que se regeneren de nuevo.

Muchas veces se deben destinar recursos adicionales para limpiar fachadas manchadas de excrementos o canalones de lluvia atascados.

Descale, S.L. le ofrece los métodos de prevención y control de aves más novedosos y eficaces para evitar que se conviertan en un problema y, si ya lo son, para terminar con él de la mejor manera posible, siempre respetando el Medio Ambiente.