El Código europeo de buenas prácticas para el control de las chinches está dirigido a los técnicos de control de plagas, con el objetivo de aportarles los conocimientos científicos y las recomendaciones más actualizadas para el tratamiento de las infestaciones de chinches de la cama (Cimex lectularius). Desde la biología y comportamiento de esta plaga hasta el desarrollo de una estrategia adecuada para su control.

El control de las chinches de la cama

El Código europeo de buenas prácticas para el control de las chinches es un documento elaborado por la asociación Bedbug Foundation, organización independiente dedicada a aumentar la concienciación y mejorar el control de las chinches de la cama (Cimex lectularius), a través de la comunicación y la educación.

Recientemente se ha publicado su segunda edición, enfocada muy especialmente a los técnicos de control de plagas, por eso en Descale nos parece interesante como documento de consulta. Entre otros aspectos trata de la biología y comportamiento de las chinches, la monitorización y el control con tratamientos físicos y químicos, o las estrategias para conseguir un tratamiento efectivo.

¿Cómo podemos identificar las chinches?

Conocer la biología y el comportamiento del enemigo es esencial para poder identificarlo correctamente, localizar sus escondites y elaborar una estrategia de control efectiva.

Las chinches de la cama se alimentan únicamente de sangre, requiriendo una ingesta para desarrollarse en cada estadio o fase vital y pasar al siguiente, y también para reproducirse.

El tiempo que necesitan para desarrollarse depende mucho de la temperatura ambiental. Por debajo de los 13ºC el desarrollo se paraliza, las hembras dejan de poner huevos y los que ya están puestos no eclosionan. También por encima de los 36ºC tienen dificultades, ya que el daño producido por la temperatura en los simbiontes bacterianos, que les ayudan en la síntesis de micronutrientes, produce en ellas una fecundidad y supervivencia reducidas.

Entre estos dos extremos se encuentran a gusto, con un descenso del tiempo de desarrollo a medida que incrementa la temperatura. En estas condiciones, una hembra puede poner entre 15 y 25 huevos por semana, y un total de más de 500 durante su vida.

Reconocer correctamente todos los estadios vitales que pueden presentar las chinches y los signos de su presencia es vital para aplicar rápidamente el tratamiento correcto antes de tener una infestación severa entre manos.

 

No confundirlas con otros insectos domésticos

Hay que tener cuidado de no confundir las chinches con otros insectos domésticos, lo que puede provocar tratamientos erróneos o innecesarios. Los casos más frecuentes de confusión podrían ser los siguientes:

Las ninfas pequeñas de cucaracha pueden parecerse, pero sus antenas largas y delgadas nos pueden ayudar a diferenciarlas. Los escarabajos de la alfombra, uno de los insectos domésticos más comunes, se parecen a las chinches en tamaño, forma y exuvias, pero los numerosos cabellos erizados de la mayoría de las larvas del escarabajo de la alfombra los distinguen con claridad. La chinche pirata raramente se encuentra en interiores pero, si llega a entrar, hay que poner atención porque su forma es muy parecida a las ninfas de las chinches.

La chinche de la cama tropical (Cimex hemipterus) no suele estar presente en domicilios europeos pero puede aparecer después de un viaje a los trópicos. Se parece mucho a la chinche de la cama común (Cimex lectularius) pero es ligeramente más peluda y con un reborde más pequeño a los lados del tórax. En todo caso, el tratamiento será el mismo para las dos chinches.

Las pulgas, aunque tienen un aspecto y movimiento muy diferente a las chinches, pueden confundirse porque las picaduras de ambas son muy similares. A diferencia de las chinches, las pulgas producen heces secas y arenosas.

También podemos confundir las chinches con el escarabajo araña, similar a las ninfas de Cimex lectularius de primer o segundo estadio tras la ingesta de sangre, por el tono rojizo del abdomen. No obstante, el escarabajo es una plaga de productos almacenados pero no pica al ser humano.

Con el Psocido, o piojo del libro, también nos podemos confundir ya que es muy habitual en los hogares, especialmente en libros antiguos y productos almacenados, como la harina. Son muy parecidos en tamaño y color a la ninfa de primer estadio de la chinche y para distinguirlos vamos a necesitar una lupa. Los psocidos tienen antenas largas y delgadas y una cabeza muy pronunciada.

El piojo humano de la cabeza (Pediculus humanus capitis) puede causar dudas. Al igual que las chinches, se alimenta de sangre y puede parecerse en tamaño a una ninfa de chinche de primer estadio. Pero su cuerpo es mucho más alargado y se mueve más lentamente. Además raramente se encuentran en otro lugar que no sea una cabeza humana, aunque al rascarse o peinarse pueden caerse y podríamos hallarlos ocasionalmente en la cama.

Finalmente, también las chinches de las golondrinas se parecen mucho a las comunes, aunque las adultas son la mitad de largas que las comunes y su color es más pálido.

Indicadores de una infestación

La única evidencia absoluta de una infestación activa de chinches es detectar la presencia de ejemplares vivos, pero existen indicios de su posible presencia que pueden igualmente ponernos en guardia.

En cuanto las chinches ingieren su ración de sangre empiezan a producir material fecal, oscuro y acuoso. Encontrar puntos oscuros, o manchas parecidas a tinta, que producen las heces de las chinches en las sábanas, el colchón o el somier son uno de los primeros indicadores de una infestación.

¿Cómo podemos descubrirlas y qué hacer?

En establecimientos turísticos, como hoteles o hostales, las inspecciones regulares sí son importantes. Sin embargo, en los domicilios particulares no tiene mucho sentido, a no ser que por determinadas circunstancias tengamos un riesgo de infestación.

Lo primero es estar preparados para poder reconocer los indicios de una infestación. Y después, necesitaremos atención, para que esos indicios no nos pasen desapercibidos.

Las chinches se sienten a gusto y prosperan preferentemente en grietas o pequeños agujeros. Las infestaciones pequeñas las encontraremos en la estructura de la cama o muy cerca de ella. Solamente en infestaciones grandes o en caso de que las chinches se hayan dispersado por la aplicación de productos químicos o tratamientos físicos, las encontraremos lejos de la cama.

¿Qué podemos hacer para ponérselo más difícil a las molestas chinches? Puede ser útil minimizar la cantidad de elementos de mobiliario ubicados en las inmediaciones de la cama. Por una parte eliminamos posibles escondites y, por la otra, en caso de infestación tendremos menos objetos a desinsectar. También podemos ponérselo difícil utilizando productos para aislar la cama, así como el uso de trampas de captura, ubicadas debajo de la cama o alrededor de las patas, pueden ayudar a mantener la cama libre de chinches, siempre que ni la cama ni la ropa de la cama estén en contacto con la pared.

Las chinches pasan la mayor parte de su tiempo en sus refugios, y por lo tanto los tratamientos de grietas y huecos son críticos para su control. Es esencial realizar una inspección meticulosa para cerciorarse de la presencia de chinches.

Descale realiza tratamientos de control de chinches en la principales cadenas hoteleras del país teniendo unos resultados óptimos.