El brote de listeria ha irrumpido con fuerza en las conversaciones de casa, de los bares, en los informativos, en los periódicos, la radio y webs. Estos días, este caso de crisis alimentaria centra la atención de España. El brote de intoxicación alimentaria asociado al consumo de carne mechada de la marca La Mechá se ha cobrado ya dos víctimas mortales y acumula más 200 casos en todo el país (190 solo en Andalucía).

Una información que los profesionales que nos dedicamos a la calidad y seguridad alimentaria nunca habríamos deseado escuchar. De hecho, una de nuestras principales responsabilidades es evitar y prevenir situaciones que pueden llegar a estos extremos.

¿Qué es la listeriosis y cómo se contagia?

La listeriosis es una enfermedad transmitida por la bacteria denominada ‘listeria monocytogenes’ y se encuentra en la tierra y el agua. Asimismo, puede encontrarse en una variedad de alimentos crudos, en alimentos procesados y fabricados con leche no pasteurizada.

Se contagia por la ingesta de alimentos contaminados por la bacteria ‘listeria monocytogenes’ y esta infección no se trasmite de una persona a otra. En concreto, puede afectar a cualquier persona, ya que es una intoxicación alimentaria, pero suele ser más propensa en mujeres embarazadas, fetos en desarrollo, bebés y/o personas con sistemas inmunitarios debilitados y personas mayores de 65 años.

En la mayoría de los procesos estas bacterias originan una enfermedad gastrointestinal. En algunos casos se puede producir una septicemia (infección en la sangre) o una meningitis (inflamación de las membranas que cubren el cerebro).

Falta de higiene en el proceso de elaboración

¿Cómo se infectó la carne? Los análisis han detectado ya varios focos de listeria en la fábrica de Magrudis: en dos máquinas mechadoras y también en un carro de horneado. El Colegio Oficial de Veterinarios de Sevilla cree que el brote pudo deberse, «muy probablemente», a la falta de higiene en el proceso de elaboración.

El nivel de concentración de la bacteria ‘listeria monocytogenes’ en la carne mechada superaba en más de 150 veces el límite permitido, según los primeros análisis realizados.

Este tipo de alertas alimentarias sirven para que la industria y la administración trabajen en un objetivo común: evitar poner en manos de los consumidores productos contaminados por organismos no perceptibles al ojo humano, pero altamente peligrosos. En este sentido, los principales riesgos son la incorrecta conservación de los alimentos, la rotura de la cadena de frío y la contaminación cruzada. Ante estas amenazas, las soluciones son claras: prevención, higiene, limpieza, desinfección… una cadena importante en la lucha contra la contaminación biológica.

Pero no solo la industria tiene su papel protagonista. También los bares y restaurantes deben extremar sus medidas de limpieza para evitar que sus clientes se intoxiquen. A los profesionales de la hostelería, además de exigirles una formación en buenas prácticas de manipulación, deben extremar asimismo la higiene.

Con la seguridad alimentaria no se juega

Y como señalábamos en un post anterior, con la comida no se juega. Para asegurar la calidad y la seguridad alimentaria que llegan a la mesa, sea a la de casa o a la de un restaurante, se intensifica la presión inspectora sobre todo tipo de establecimientos relacionados con la industria alimentaria en la comunidad, desde fábricas, envasadores, distribuidores o mayoristas hasta almacenes, pequeño comercio o la restauración.

En qué condiciones se encuentran las instalaciones, los equipos y las herramientas utilizadas, cómo se manipulan las materias primas y los alimentos, si las condiciones de envasado y embalaje pueden ser fuente de contaminación para el producto, si se aplican procedimientos adecuados de lucha contra las plagas, si existe una trazabilidad de los productos… Los requisitos que deben cumplir los establecimientos que manejan alimentos, desde la fábrica que los produce al restaurante que los sirve, son numerosos y buscan garantizar el cumplimiento en materia de higiene y seguridad alimentaria y por tanto las infracciones posibles también son múltiples.

Por ello, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan) recomienda la adopción de unas sencillas medidas encaminadas a evitar numerosas enfermedades provocadas por una inadecuada manipulación o conservación de los alimentos

Contacta con Descale

Para garantizar la seguridad alimentaria no se trata solo de controlar brotes sino de hacer el trabajo de forma eficaz durante todo el año. En Descale ofrecemos el servicio de control de plagas y seguridad alimentaria garantizando el cumplimiento normativo de la industria alimentaria.