La COVID-19 ha disparado la aparición de plagas de animales transmisores de enfermedades
Las temperaturas y las lluvias escasas e irregulares de esta primavera hacen prever la llegada, como cada año, de las habituales plagas de mosquitos y mosca negra, así como de cucarachas.
Pero la plaga que más preocupa este año, a causa del confinamiento y las restricciones por la COVID-19, es la de los roedores, especialmente de las ratas. La menor presencia de las personas al exterior durante meses ha hecho que se hayan visto más ratas, más grandes y también más agresivas que en años anteriores.
Además, se trata en la mayoría de los casos (mosquitos y roedores, especialmente) de especies transmisores de virus y enfermedades.
La prevención es una de las medidas más importantes para controlar estas plagas. Hay que tener presente que animales como las ratas o los mosquitos son transmisores de enfermedades. Las empresas de control de plagas y desinfección como Descale hacemos un servicio fundamental y necesario en la cura de la salud ambiental y, consiguientemente, para la calidad de vida de las personas.
Las plagas de ratas, las que más preocupan
Con una primavera de lluvias escasas e irregulares, y con puntas de temperatura que han llegado a los 30 °C, un año más se prevé la aparición de plagas de mosquitos y de mosca negra, así como de cucarachas. Ahora bien, a diferencia de años anteriores, este año preocupa de manera especial la aparición de plagas de roedores, especialmente de ratas, que a causa de la pandemia –confinamientos y restricciones- han visto favorecida su proliferación y se han vuelto más atrevidas que nunca.

Ratas, mosquitos y cucarachas, las plagas de este verano
En menor medida también se ha detectado esta actitud más activa en el caso de los ratones de bosque. Las plagas de chinches de cama, en cambio, este verano afectarán menos por la limitación del turismo y los intercambios internacionales.
En los últimos años ya se había constatado un incremento de incidencias por roedores. El incremento de las restricciones de uso de algunos productos biocidas, sumado a la gran capacidad de adaptación de estos organismos y a las resistencias que van apareciendo a algunas materias activas, hace que cada vez sea más complejo mantener las poblaciones bajo los umbrales de tolerancia establecidos.
A todo ello este año se han sumado los confinamientos y también restricciones de movilidad durante un largo periodo de tiempo que han provocado más presencia de ratas en las calles. Estas, además, se han vuelto más atrevidas y agresivas en la investigación de alimento.
Las plagas de ratas, que solo pueden tratar las empresas y los profesionales especializados, son muy nocivas para la salud ambiental, puesto que se trata de una especie que puede transmitir enfermedades zoonóticas, es decir, que se transmiten de animal a persona y viceversa.
En cuanto a los mosquitos, no hay evidencia científica que las picaduras de estos sean vectores transmisores del virus SARS-CoV-2, al contrario del que pasa con otras enfermedades víricas como el Dengue, lo Zika y lo Chikunguya.
Para combatir el mosquito, insecto que causa grandes molestias en la población, son muy importantes las campañas de concienciación que eviten la proliferación de lugares artificiales propicios para la posta de huevos y el desarrollo de la fase larvaria acuática. Este año, la climatología de los últimos meses ha propiciado un hábitat favorable para la cría de las larvas de estos insectos.
El mosquito tigre, además, tiene bastante con pequeños basales, el agua que queda al fondo de las torretas, etc. Por lo tanto, que hay que evitar las acumulaciones de agua estancada para prevenir la proliferación de todo tipo de mosquitos.
Las plagas de mosca negra se focalizan en espacios públicos como ríos, rieras y riachuelos y a menudo afectan además de un término municipal, especialmente donde hay caudales de agua abundosos.
La picadura de la mosca negra es muy molesta y dolorosa y puede producir un fuerte picor e incluso edemas, que pueden tratarse con antihistamínicos y antibióticos, en caso de infección.
En cuanto a las cucarachas, las medidas preventivas son principalmente la limpieza y el mantenimiento de todo el sistema de cañerías y de arquetas del alcantarillado. Se desaconseja el uso de insecticidas domésticos, puesto que pueden trasladar la plaga a otros lugares. Por eso, si algún particular descubre una plaga de cucarachas, se recomienda recurrir a empresas especializadas de control de plagas.
Consejos para evitar las plagas en verano
Para prevenir la aparición de plagas, se recomienda sobre todo tener cuidado con los restos de comida, aguas estancadas y el entorno doméstico. Son las zonas donde pueden aparecer insectos o roedores y donde debemos prestar más atención.
Algunos consejos útiles son:
- No acumular agua estancada.
- Sellar bien posibles grietas de lavabos, fregaderos y desagües y, en caso de que sea necesario, mantenerlos tapados cuando no se usan.
- Evitar acumular basura y restos orgánicos dentro de casa y en zonas con poca ventilación. Mantener las bolsas debidamente cerradas y depositarlas en los contenedores correspondientes.
- Mantener limpias las mesas, muebles de cocina, suelos y otras zonas de la casa donde es habitual que queden restos de comida.
- Realizar un correcto mantenimiento del jardín eliminando de manera habitual malas hierbas y otras plantas.
- Limpiar y evitar obstrucciones en canelones y sistemas de alcantarillados.
- Revisar y mantener limpio el pelaje de las mascotas domésticas, especialmente los perros.
- Ventilar y permitir la circulación del aire en el hogar pero mantener las persianas bajadas o a medio abrir, las cortinas corridas o instalar telas mosquiteras para evitar que entre cualquier tipo de insecto volador especialmente en las horas de más calor o atraídos por las luces.
Ante la presencia de una plaga masiva lo más recomendable siempre es pedir ayuda profesional para evitar mayores riesgos, tanto de salud clínica como ambiental. Acude a Descale, tu empresa de sanidad ambiental.
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