Hoy intentaremos explicar de una forma sencilla por qué las plagas de roedores no se terminan con el verano.

Sabemos que, a medida que nos adentramos en el otoño las temperaturas bajan y crecen las lluvias. Un caldo de cultivo perfecto para que las ratas y ratones busquen un ambiente seco, seguro y con temperaturas más elevadas.

Esto es una amenaza para tener, todavía más en cuenta, si somos propietarios de una empresa o si vivimos en urbanizaciones ya que pueden afectar a muchas personas.

¿Cuál es el comportamiento de los roedores en invierno?

Mientras que algunos animales hibernan durante gran parte del invierno, otros permanecen activos y buscan adaptarse a las nuevas condiciones meteorológicas.

Esto sucede con las ratas y los ratones que para sobrevivir durante el invierno necesitan encontrar una fuente constante de calor y alimento. Esta búsqueda de desperdicios y calor lo encuentran en nuestros negocios y viviendas. Motivo por el que, además, incrementan su agresividad en esta época.

Cuando ya tienen su nuevo hogar construyen sus nidos y empiezan a reproducirse. Si esto pasa, la única solución que existe es contratar una empresa de control de plagas como DESCALE.

¿Qué daños pueden acarrear los roedores en tu negocio?

  • Representan una mala reputación para cualquier negocio de cara al público
  • Grandes pérdidas económicas para los empresarios puesto que pueden debilitar la estructura de los edificios, morder el cableado eléctrico, dañar el cartón y materiales almacenados en la empresa, etc…
  • Contaminan con su orina y excrementos espacios donde trabajan personas.
  • Trasmiten enfermedades como la Salmonelosis, la Leptospirosis y, la menos conocida, el Hantavirus. Este último se contagia al inhalar partículas microscópicas de la orina o material fecal de roedores. Enfermedad viral muy grave que puede llegar a ser mortal para los humanos.

Una vez instaladas las plagas es bastante complicado deshacerse de ellas sin adoptar medidas de desratización profesionales.

¿Qué soluciones te ofrecemos en DESCALE?

Lo primero es detectar los indicios de que tenemos una infestación de ratas. Por eso, tenemos que inspeccionar el negocio observando: si los oímos, por la noche, rechinar los dientes o si observamos excrementos en el local.

Si el resultado es positivo, lo siguiente es llamar a una empresa de control de plagas como la nuestra para reducir al máximo la transmisión de enfermedades y los daños materiales.