El calentamiento global ha permitido la proliferación de mosquitos, garrapatas y otros insectos portadores de enfermedades al adaptarse a las diferentes estaciones del año.
Las garrapatas son más conocidas por habitar en los cuerpos de nuestras mascotas, por lo que es más frecuente que los veterinarios tengan que lidiar con enfermedades provocadas por estos animalitos. Sin embargo, algunos hospitales también han reportado casos en los que los humanos experimentaron severas consecuencias después de haber sido mordidos por garrapatas.
Se trata de ácaros que enferman a nuestros animales… y a nosotros también, cuya actividad está fuertemente influenciada por las condiciones climatológicas. En España las estaciones más problemáticas suelen coincidir con la primavera y el otoño, momentos en los que la humedad ambiental es mayor. Las garrapatas son animales parásitos que requieren picar al hombre o a otros animales (se alimentan de sangre). Adicionalmente, el proceso de picadura resulta mucho más lento, permaneciendo las garrapatas adheridas al hospedador largo tiempo.
La lista de enfermedades asociadas a las garrapatas es larga, y una vez que detectamos su presencia deben ser combatidas rápidamente, aunque nunca es mala idea conocer al enemigo. Su dependencia de la sangre para alimentarse obliga a la garrapata a “morder” en la piel de su víctima, pero a decir verdad, el mecanismo se basa en escarbar, excavar y penetrar con herramientas dignas de una película de terror. “Su dentadura es como una potente máquina que va cavando la piel para succionar la sangre”.
Una vez dentro, el hipostoma usa sus dientes de sierra como pequeños arpones para anclarse al portador. Después, funciona como una pajita con la que la garrapata literalmente chupa sangre hasta llenarse. El proceso dura tres días. A continuación, la garrapata se cae y sigue con su vida.
“Las garrapatas no son como el mosquito, que puede meter y sacar su boca en la piel como si se tratara una aguja hipodérmica”, explicó el biólogo Kerry Padgett, del Departamento de Salud Pública de California.
Asimismo, aseguraron que estas son letales para los humanos ya que una vez que se encuentran debajo de la piel son casi invisibles hasta que su tamaño aumenta en un 200 por ciento.
Una ventaja que tiene la garrapata es su capacidad para esperar durante meses entre una sesión de alimentación y otra. De hecho, sólo debe extraer sangre tres veces en toda su vida (si se trata de una hembra), pero dicha ventaja es una espada de doble filo, porque si no encuentra una fuente de comida en el momento exacto, morirá.
Una pregunta bastante común es cómo localizan las garrapatas a sus víctimas, y es a través del dióxido de carbono que emitimos. Una vez a bordo, la garrapata puede demorar entre diez minutos y dos horas (dependiendo de la especie), para hallar el lugar ideal, y cuando lo hace, necesita “asegurar” su posición.
Encontrarte a uno de estos ácaros adheridos a tu piel no solo es desagradable; además, son vectores de numerosas enfermedades infecciosas como el tifus o la enfermedad de Lyme, e incluso pueden desencadenar una extraña alergia a la carne roja.
Además de estar cargados con enfermedades infecciosas que afectan al ganado, las garrapatas son muy resistentes a los plaguicidas.
Si somos responsables de una mascota, debemos tenerlas protegidas, bañarlas para quitar la garrapata y todo lo necesario.
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