La higiene personal de los trabajadores, un problema que debe solucionar la empresa agroalimentaria
En pleno siglo XXI, la revista Food Protection ha sacado un artículo en el que analiza 816 brotes alimentarios producidos en países como Estados Unidos, Canadá, Europa o Australia, todos ellos más que naciones desarrolladas. ¿La conclusión? La mayor parte de ellos fueron producidos por la falta de higiene, ya que los trabajadores manipulaban los alimentos con las manos desnudas.
Sí así, a lo loco, sin ningún tipo de protección. Y claro, muchos de ellos estaban infectados con alguna bacteria u otros patógenos, y además no hacían caso a mamá en eso de que hay que lavarse las manos antes de comer. Y claro, la solución no es fácil. Es muy complicado mantener un control más que riguroso de los trabajadores. Y no sólo de indumentaria, si no también de salud. Si un trabajador que manipula cualquier tipo de alimentos enferma y va a trabajar, el resultado puede ser fatal.
Formación como solución.
La principal solución que deben tomar las empresas agroalimentarias es realizar una formación rigurosa de los trabajadores, y asegurarse de que aquellos que estén enfermos no acudan a su puesto de trabajo. Lo que no es nada fácil. Y a los hechos nos remitimos: los brotes por contaminación de alimentos con norovirus están casi siempre relacionados con empleados infectados que acuden a trabajar como si nada hubiera pasado, lo que puede provocar en el consumidor gastroenteritis, vómitos y diarrea.
Las manos suelen ser el foco de contagio de estas bacterias, por lo que las empresas agroalimentarias deben implementar y mantener una rutina adecuada de higiene de las manos. Se trata de una ardua tarea que además, es necesaria para cumplir con las legislaciones de seguridad.
Debemos, por tanto, concienciar a los trabajadores en las buenas prácticas de higiene. Los nuevos empleados deben recibir una completa formación en donde se haga hincapié en las técnicas adecuadas del lavado de manos y sobre todo, en la frecuencia necesaria del lavado, y la localización de los fregaderos y los puntos de desinfección.
Además cada cierto tiempo se debe fomentar estos hábitos entre los empleados a través de campañas de comunicación o mediante materiales visuales de concienciación. Los trabajadores deben tener siempre presente la importancia de tener las manos limpias y el peligro que conlleva no cumplir con estos hábitos de higiene.
Manos limpias, manos sanas
Vayamos al grano. Ya hemos dejado claro que hay que incidir en la formación. Pero además, desde Descale os queremos dar una serie de consejos relacionados con el cuidado de las manos que a buen seguro puede evitar que más de uno acabe con el estomago destrozado.
Aprender a lavarse las manos
Aunque parezca algo de Perogrullo es esencial enseñar a los trabajadores a lavarse las manos correctamente. Se debe aplicar una pequeña cantidad de jabón y debemos frotarnos las manos enérgicamente durante 20 segundos como mínimo. Debemos hacer hincapié en que se deben frotar todas las partes de la mano, incluyendo el dorso, las muñecas, los dedos, y debajo de las uñas. Posteriormente debemos aclararnos muy bien, y utilizar una toalla desechable para secarnos. Con esa toalla cerraremos el grifo para evitar posibles contagios.
Selecciona el limpiador que necesites
Elegir el limpiador más agresivo del mercado no es la mejor solución. Debemos elegir un limpiador que a parte de desinfectar, tenga en cuenta el impacto en las manos sin perder ni una pizca de efectividad.
Mejora los puntos en donde lavarse las manos
La empresa debe esforzarse en tener unos limpiadores de manos bien ubicados y accesibles para que los trabajadores los localicen rápidamente, tanto si están en los baños como el área de procesamiento de alimentos. Cuánto más a mano tengan los empleados estos puntos, más fácil será que aumente el número de veces que se limpien las manos.
Los guantes no siempre son la solución
AECOSAN recomienda un uso racional de los guantes en el sector alimentario. Sólo se deben utilizar si las características del trabajo o del trabajador así lo requieran, y no debemos utilizarlos en la manipulación de alimentos como medida de higiene, siendo preferible lavarse las manos correcta y frecuentemente. Si es necesario que los trabajadores usen guantes, deben estar elaborados con materiales no alergénicos y deben sustituirse en el momento en que se cambie de práctica o actividad para evitar contaminaciones cruzadas.
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